El placer del silencio

Por: Lliliams NIMO
   
   Elías Federico Acosta Pérez es un artista plástico cienfueguero que asume la postmodernidad  como una condición histórica y cultural auxiliándose en un discurso hermético y sugestivo consciente de su papel en la sociedad.
   Graduado de pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y Licenciatura en  Educación Plástica en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, es atrapado por el grabado; seduciendo la experimentación, la búsqueda y el descubrimiento, inquietud que se formaliza y afianza con la creación en enero de 1998 del grupo Sociedad Gráfica de Cienfuegos, proyectándose fundamentalmente en la promoción de la obra gráfica e insertándose de este modo en concursos internacionales de esta manifestación como en MINIPRINT en Cadaqués, España.
   Su producción más reciente pidiéramos enmarcarla en dos series fundamentales, para ello el artista es partícipe de una postura reflexiva que opera de manera silenciosa a través de un lenguaje sígnico cargado de sutilezas y metáforas intelectivas. Con su serie “Desvarío-Imagen” centra su interés hacia una pictografía con grandes preocupaciones formales que apunta hacia una perspectiva técnica bien depurada, catarsis en la que disfruta la transparencia del color y los matices creados por la superposición de éstos.

Palabras de catálogo de exposición personal “El beso”



 Por:  Lohanis Mesa Nápoles.                                                               



El beso, esa expresión sublime del amor, que en nuestros días ha perdido un poco el halo de sacralidad que lo envolvía en épocas pretéritas y ha sido tema de obras famosas desde “Dafne y Cloe”, vuelve a ser objeto de representación. Esta vez bajo la autoría de Elías F. Acosta, quien de repente ha dado un giro en el modo de abordar la figura humana, luego de haber trabajado la extensa serie “Músicos”, constatando nuevamente su apego por  la tradición.
 Acostumbrados a su modo hermético de plasmar los mensajes, nos enfrentamos a una serie cuya única razón de ser es la búsqueda de la autocomplacencia, de una estética hedonista nunca antes vista en el dossier de este artista.

Por los 30 años de vida artística



Por: Massiel Delgado Cabrera.

A Elías lo conocí primero por su obra. Fue una cita de El Pífano de Manet sobre un fondo que producía vértigo de tanta geometría y aguzaba aún más la incomodidad mediante un montaje rómbico.
Cuánto esfuerzo me costó preservar aquella pieza de tan difícil configuración para que no se dañara antes de exhibirla en el Salón 5 de Septiembre del año 1991 en la Galería de Arte del Boulevard; su forma era ya una dificultad pero el reto mayor estaba en lo extremadamente “cuidadoso y serio” que era su autor, según me hacía saber con discreción Dalina, mi compañera de trabajo de entonces, alguien que estaba mucho más entrenada que yo en lidiar originales y artistas.